tag:blogger.com,1999:blog-4423859528820125782024-03-06T06:22:18.469+01:00Odiseos en el AndévaloAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.comBlogger28125tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-89609121198603379542012-04-02T19:39:00.000+02:002012-04-02T19:39:10.570+02:00Fonseca no es otra novela policíaca.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQL_ZEY7y9rgLDkIT66R-LM-llyQQN-htxyIbjMPKKbTE7Rgffp" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="148" src="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQL_ZEY7y9rgLDkIT66R-LM-llyQQN-htxyIbjMPKKbTE7Rgffp" width="320" /></a></div>Comienzo a leer <i>Agosto</i> y me atrapa de inmediato en las diez primeras líneas: "La muerte se consumó en una descarga de gozo y alivio, expeliendo residuos excrementicios y glandulares -esperma, saliva, orina, heces-. Se apartó asqueado del cuerpo sin vida sobre la cama al sentir su propio cuerpo contaminado por las inmundicias expulsadas de la carne agónica del otro".<br />
Y supe que esta novela valdría sus horas de lectura, así que me enfrasqué en ella toda la semana, entre exámenes, notas, reuniones y sandeces que me devolvían de cara a la pared, como un castigado, cuando no podía tener la novela entre las manos. Hay un crimen, allá por las alturas de un rascacielos, un crimen brutal y seco, sin dolencias, aséptico asesinato. Hay también un policía, el doctor Mattos (doctor por abogacía), encargado de hacer las pesquisas para restablecer el orden y enjaular al criminal. Padece de úlcera y toma constantemente leche y Pepsamar. A mí me ha invitado también a tomar leche y pepsamar todos estas noches contra mi úlcera de cotidiana vulgaridad. Hay un telón de fondo: julio y agosto del año 54, y la inminencia de un golpe de estado militar en Brasil. Esa es la superficie, porque en el fondo hay también todo esto:<br />
En primer lugar, los políticos: en ese telón de fondo golpista, las conspiraciones ocupan líneas y páginas de la novela, los militares -aire, tierra, mar ¿para cuándo uno "de fuego"?- se debaten entre seguir fieles al presidente Getulio Vargas o traicionarlo por instigador del crimen con que se inició <i>Agosto</i>. Sobra decir la disección que elabora Fonseca sobre el asunto histórico.<br />
Luego están los <i>bicheiros</i>, o corredores de apuesta, quienes tienen un infiltrado en la policía que recibe dinero de estos tales bicheiros y lo reparte entre sus colegas, calmando a la pasma para que no cierren sus chiringuitos encubiertos y fraudulentos. Pero no son los únicos en ser sobornados: jueces, periodistas, altos funcionarios del Ministerio de Justicia... "La Comisaría especializada de Costumbres, que tenía como uno de sus principales objetivos la represión del juego prohibido, era la que más sobornos recibía".<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT8DDVRHhK7j3_5pv5tcREKXqTtIW0zxr022oAAoCHZjYjLCrISxA" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT8DDVRHhK7j3_5pv5tcREKXqTtIW0zxr022oAAoCHZjYjLCrISxA" /></a></div>Un lugar señalado es el Senadito. Tras la dura jornada laboral, los consules salen de su institución -el Senado- bajando los treinta y tantos escalones que separan al pueblo de estos prohombres, se paran al lado del semáforo, a la espera de que este les dé vía verde para cruzar de acera. En frente, un portero custodia la puerta. Se conocen. Los deja pasar sin preguntar nombres. Suben otros tanto escalones -quizá algo menos, pero la altura moral y social es similar- y los recibe Laura, la madama, que sirve a sus invitados, generosamente, chicas y cócteles: "Sobre el senador Freitas, es posible que frecuente el Senadito -le dice un policía al comsiario Mattos-. Cuando se cansan de hacer sus discursitos, esos senadores tan salseros acostumbran a atravesar la calle para echar un polvito relajante. Dicen que las chicas del Senadito son una maravilla." En la siguiente página, Mattos reflexiona: "Sexo y poder. Ahí está el meollo. Sólo se mata por pasta o coño, o por las dos cosas juntas."<br />
Más. Asesinos a sueldo, rápidos y eficaces, con más altura moral y ética profesional que muchos de los policías que trabajan con Mattos, te hacen preguntar, constantemente, quiénes son los buenos y quienes los malos. Otros asesinos son más feroces, porque desconocen el sentido de la lealtad, y matan indiscriminadamente, sin disimulo, a cualquier hora del día, sin desamparo, improvisando el crimen y las víctimas, como un hecho fortuito e imprevisible: a cualquiera nos puede tocar la lotería porque son irracionales, como todas las cosas importantes del ser humano. Y aún hay otros asesinos que son más despiadados en la novela, y estos van vestidos con buenos trajes y se anudan todas las mañanas la corbata sin temblarles las manos, habitan en casas palacios torres y hoteles de lujo (no pongo la comita porque me tocan los huevos) y se mueven en lujosos coches con chóferes que los conducen a sus oficinas, allá por el piso 127 o 151 de un rascacielos. Claro, los entendidos en la novela policíaca dirán que, en este punto, la narrativa de Fonseca cumple con el género: por supuesto. Objetivismo, lumpismo, análisis social. El problema radica en que no está tan clara la línea divisoria de buenos y malos, los agentes de ética doble, ambigua, los pobres de alma de rapiña, políticos con afición a la mentira que con dos copas se desnudan, putas más sinceras que tu madre, hermanos que te sacan de un apuro matando a un asesino, padres que se dejan encarcelar para ocupar tu lugar en el trullo, periodistas que te hacen favores altruistamente, a ti y al asesino al mismo tiempo... Todos te hacen pensar que la realidad es más canalla que las propias personas, porque hoy actúo así, pero mañana le doy la vuelta al calcetín y te apunto, primero te escupo, y luego te apunto y disparo. Y estoy seguro de que, si hiciéramos cumplir la ley, la cosa no cambiaría un puto ápice. La del comisario Mattos queda definida en las dos primeras páginas de la novela: es el único policía de todo Río que no recibe dinero de los bicheiros: sus compañeros lo tienen mucho más claro. <i>Es un loco</i>.<br />
Otro días les cuento más sobre Fonseca, porque hoy me va apeteciendo un golpe seco con dos cubitos de hielo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-53218008812114944452012-02-04T11:37:00.000+01:002012-02-04T11:37:25.112+01:00El prefijo subEl prefijo sub habría que tumbarlo de un buen guantazo en toda la jeta. Es peligroso, créanme, porque cuando menos te lo esperas, te está arrojando al vacío humano.<br />
<br />
Con toda la podredumbre que defecamos en occidente hemos hecho constitucional la palabra submundo, que es ese lugar peligroso que está al otro lado de mi ventana. El submundo y el subdesarrollo van de la mano, si lo miramos desde el prisma de occidente, que es la ventana del capitalismo, pero que en realidad es una palabra que quiere decir derrochismo. Submundo es también la mirada de quien mira, a este lado de la ventana, con la calefacción puesta a pesar de estos veinte grados invernales y un buen bistec humeante -del que comeremos acaso sólo la mitad- en cazuela de barro comprada en el comercio justo, que justo sirve para blanquearnos la conciencia. Levi-Strauss habló del falso evolucionismo: "¿Cómo va a ser que sociedades contemporáneas, que siguen ignorantes de la electricidad y de la máquina de vapor no hiciesen recordar una fase anterior del desarrollo de una civilización? ¿Cómo no comparar las tribus indígenas, sin escritura y sin metalurgia, pero que trazan figuras en las paredes rocosas y fabrican útiles de piedra -como los tasmanios o los patagones-, con las formas arcaicas de civilización? Es aquí donde el falso evolucionismo -y el etnocentrismo- se ha soltado el pelo."<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh05e_iv2Q-wcip-0TQ2uOCIAzVa7tuJFpNhyH1C0XD7_gE7IOeb2CmhB_Ck0Xcwl-X5mmEJ7HOj0j8B5u7Ta75YlwGeJa43pUMo_9ePs_q1gvql9v7AJhMLlp_olQogsVU7MRnWP0h9rU/s1600/Habibi+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="120" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh05e_iv2Q-wcip-0TQ2uOCIAzVa7tuJFpNhyH1C0XD7_gE7IOeb2CmhB_Ck0Xcwl-X5mmEJ7HOj0j8B5u7Ta75YlwGeJa43pUMo_9ePs_q1gvql9v7AJhMLlp_olQogsVU7MRnWP0h9rU/s200/Habibi+2.jpg" width="200" /></a></div><i>Una niña de trece años. Matrimonio de conveniencia </i>(¿a quién conviene?). <i>Tuvo suerte, porque le toca en ese mercadeo o trata un marido escribano que le enseña a leer y escribir en la poesía visual que es el trazo caligráfico árabe. Unos mercenarios llegan una noche, calurosa o fría, pero oscura, abusan de la hospitalidad, abusan también de la niña de trece años y luego asesinan al escribano. Esposa púber antes, ahora viuda, luego esclava. De venta en mercadillos.</i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div>Este es el comienzo de la historia camino de convertirse en una subhistoria. Hasta aquí no parece una historia singular, sino otro relato de tantos con el que martillear el occidentalismo, recurrente en tópicos, situaciones y personajes humillados por gordos fantoches, gente sin escrúpulos y gafas rayban, mafiosos de cara cortada sacados del cine, la rudeza del mundo colonizado, la marca y la ferocidad de las grandes cadenas comerciales. En fin, todo eso.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJqFOQJlguw-hZnfN00q-skK8UubWaBoypDJSHNmQuME2R505BgEPO3n9RLJHO4meHpk2f0LRQnhQ7QT6hHFK4xd8A_DFN_-QzzhpdKifAJzKmJVDAzFFVx7UBs5C0YRelu19xM7hdXqM/s1600/Habibi.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJqFOQJlguw-hZnfN00q-skK8UubWaBoypDJSHNmQuME2R505BgEPO3n9RLJHO4meHpk2f0LRQnhQ7QT6hHFK4xd8A_DFN_-QzzhpdKifAJzKmJVDAzFFVx7UBs5C0YRelu19xM7hdXqM/s1600/Habibi.jpg" /></a></div>Todo eso en las primeras treinta páginas, o 250 viñetas. Luego es un poema de amor contado por una Sherezade que habita en un barco sin velas anclado en la aridez del desierto. Entonces es cuando entendemos la doblez de la cita de Levi-Strauss: el argumento de la historia de la humanidad no es un sendero recto, muy al contrario: las civilizaciones se mueven como el caballo en el ajedrez, que para avanzar tiene primero que doblegarse a un costado y no entrar nunca de frente. Y más. Porque <i>Habibi </i>es también un relato de otros muchos relatos, una pieza tan solo del ejército, Isaac e Ismael sacrificados por Abraham, que es Sara y la palabra sacrificio y la palabra fe y la palabra injusto y la palabra pueblo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-20999575861658799942011-09-02T12:56:00.000+02:002011-09-02T12:56:41.646+02:0019 díasSólo conozco una manera de empezar septiembre y echar el cerrojo al verano que te muerde la nuca. A falta de 19 días, por la fuerza con que arrecia la lluvia y este gris descafeinado que tenemos por cielo, y por esta canción de Dylan, y por la nostalgia del verano que siento ya, y por el comienzo letárgico o la clausura silenciosa, y por el inquilino que me habita la casa, el otoño me ha hincado el diente. Descerrajando un libro.<br />
<div><i>Panero </i>me sonaba tan sólo de haberlo subrayado en algún manual de literatura hace ya más de un lustro, de alguna antología novísima de hace cuatro décadas o de algún libro de texto de bachillerato de los de hoy. Poeta y tal -heredero hermano sobrino de poetas escritores, noctívagos franquistas- diletante y aristócrata. Parco conocimiento el mío sobre los poetas de una familia que, al parecer, han marcado alguna generación de no sé qué arte y no sé qué década: en aquellas horas yo debía estar haciendo fintas, bloqueos y asistencias, más o menos.</div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTYQCbOiP2d84K97DD1kcNYgzRJpjlJFcKSInrWAnJJoew7yEZqFbFezdBIIuCNEIMcwGKR8bVapn3Han10EH0VmZBuZq6c56YhluWqpkoZJUTgXxLhrZ53THyUdarcO3PsN316W1giAA/s400/Panero,+8" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTYQCbOiP2d84K97DD1kcNYgzRJpjlJFcKSInrWAnJJoew7yEZqFbFezdBIIuCNEIMcwGKR8bVapn3Han10EH0VmZBuZq6c56YhluWqpkoZJUTgXxLhrZ53THyUdarcO3PsN316W1giAA/s320/Panero,+8" width="320" /></a></div>De los tres hermanos Panero, Juan Luis ha sobrevivido a la locura y a la muerte. Comenzó publicando en el año 68 (<i>A través del tiempo</i>) y aquellos poemas le valieron la entrada a la literatura mediante la antología que Castellet hizo de una generación de la que sobreviven tres o cuatro buenos poetas. Siete años después, en el 75, lanza <i>Los trucos de la muerte</i>. Un poema, cargado de imágenes funestas y que comienza con un trago de tequila, el lamido de la sal y la absorción del limón, titula la obra:</div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta;"><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuando tocas la copa de cristal, tocas la muerte,<br />
en el tequila transparente, en el mezcal amargo, bebes la muerte,<br />
en tu frente y mis manos, en los ojos que miran, <br />
un desierto se agrieta con muñones de muerte.<br />
Suena la música en cuerdas de la muerte<br />
-de la muerte más clara, más muerte de sí misma-<br />
y es la sal de repente su pesada ceniza<br />
y el limón más amargo su sabor desvelado.</span></span><br />
<br />
Mágicamente la muerte ha sido convocada, sensual cual puta serpiente, cuando tocas la copa y bebes el mezcal amargo.<br />
<div><br />
</div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En esta noche, con su pañuelo azul y su boca pintada,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la muerte nos saluda alegre en la mesa.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Y nada podemos hacer, nada puede ayudarnos</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">porque hemos venido aquí para encontrarla,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">para verla pasar y pasear por estas calles,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">para oírla cantar y reír en las botellas</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">bajo la luna falsa de neón amarillo.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Multiplicada muerte, morena o pelirroja,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">moviendo terca sus pechos, la furia de sus muslos,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">este sudor de rostros al pie de su condena.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Besa, besa su sexo, tú que estás más cerca,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">pudridero de alcohol, turbia mirada,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">húndete, muérete, resucítate, al filo de tu lengua,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">allá donde palpa y devora y resbala,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">igual que el hocico insaciable del perro</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">hoza y desgarra la oveja desventrada,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">sus grotescas patas donde silva el viento,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">besa, besa, húmedo pelo, piel de tu destierro.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: purple;"><br />
</span></div><div>Panero coquetea con esa puta multicolor, se siente seducido, sabe de la ferocidad de las redes con que envuelve la muerte a sus presas, de su sexo envenenado con que inmoviliza a sus amantes que no pueden dejar de buscarla y que la encuentran en callejones vestida como derruidas viejas de sombrilla y finos labios de carmín. Panero coquetea con la única certeza que ata el hombre a la vida, con la única verdad y certeza con que el tiempo y la muerte se avienen.</div><div><br />
</div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuando tocas la copa de cristal, tocas la muerte,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la muerte con su sombrilla rosa en el oculto callejón,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la muerte con los labios perdidos de una canción sin nombre,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la muerte -parece tan sencillo- simplemente la muerte.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pero hemos venido aquí, tal vez sin conocerlo,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">para ahogar para siempre el terror de sus gestos,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">hemos venido a conjurar la vida,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el miedo hipócrita a nuestro único dominio.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hemos venido a aceptar la verdad que no existe,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la huella de una huella, la saliva de un sueño.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">No duerme la ciudad, no está despierta, </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">y un remoto reloj mide inútiles horas,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">mide el tiempo de nada, la realidad vencida, </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">calendario implacable de números vacíos.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuando tocas la copa de cristal, tocas la muerte, </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">y hay un cierto valor y cierta complecencia</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">en oír tiernamente crujir el esqueleto,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">esperpento de muerte, imagen de la vida,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">mientras habla el silencio con frases que ignoramos</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">y un trago lento alienta tu derrota,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">esparciéndose espeso sobre el sexo apagado,</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: magenta; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el perro y su carroña, las moscas de su lengua.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: purple; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Feroces, las imágenes del poema ("un desierto se agrieta con muñones de muerte", "calendario implacable de números vacíos") son conducidas con un ritmo hipnótico de noche de alcohol y monólogo existencial (imágenes sucesivas, acciones, anáforas, repeticiones, invocación a un <i>tú </i>que es el yo lírico); parece sonar en el fondo algún corrido o una mala canción sobre el amor o la muerte. Está el bebedor alcoholizado en su noche, la puta y el animal sediento o voraz -pero también el animal y la puta sedienta y voraz-, está el tequila hundiendo en el fondo, agrietando, cavando una oscura cueva donde la muerte instala su bóveda sobre el derrotado, cabizbajo, soñoliento, sentado en un alto taburete pero acostado sobre la barra del único bar, el vaso suelto, vacío, solo.</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-47434450774248665292011-09-01T17:38:00.003+02:002011-09-01T17:40:16.915+02:00Algo se cuece en la cocina. El horno calienta, poco a poco, con gas butano y una cerilla. El aceite está a punto de hervir: Panero habla:<br />
"en tu frente y mis manos, en los ojos que miran,<br />
un desierto se agrieta con muñones de muerte..."<br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-17255686179322467802011-08-09T11:45:00.001+02:002011-08-09T21:20:51.158+02:00El amor infortunadoAbunda en cuevas cavernas<br />
pasadizos secretos o soñados<br />
alcantarillas desagües obstruidos<br />
pozos desiertos grietas<br />
sombras o esquinas desdibujadas<br />
laberintos sin sonido<br />
de piel resbaladiza y porosa<br />
de moral abyecta<br />
y ruinas amontonadas<br />
desperdicios del arrabal<br />
secos relojes de pared parados<br />
aspira y se alimenta<br />
del calor de las fábricas abandonadas<br />
de la materia gris del cerebro<br />
de la llovizna de tierra estival<br />
de la suciedad acumulada en las uñas<br />
es el amor de las pensiones baratas<br />
con sus muebles apolillados<br />
el de las bombillas esqueléticas que penden en techos cancerosos<br />
es el amor de los que mueren de hambre de cuernos de invierno<br />
es el amor de las puertas truncadas<br />
al que le debemos colgar el cartel de <i>se traspasa</i>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-63126273899251646322011-07-16T00:17:00.000+02:002011-07-16T00:17:28.904+02:00Merengue hasta en el sobaco<!--[if gte mso 9]><xml> <o:OfficeDocumentSettings> <o:AllowPNG/> </o:OfficeDocumentSettings> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:WordDocument> <w:View>Normal</w:View> <w:Zoom>0</w:Zoom> <w:TrackMoves/> <w:TrackFormatting/> <w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone> <w:PunctuationKerning/> <w:ValidateAgainstSchemas/> <w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:DoNotPromoteQF/> <w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther> <w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian> <w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript> <w:Compatibility> <w:BreakWrappedTables/> <w:SnapToGridInCell/> <w:WrapTextWithPunct/> <w:UseAsianBreakRules/> <w:DontGrowAutofit/> <w:SplitPgBreakAndParaMark/> <w:EnableOpenTypeKerning/> <w:DontFlipMirrorIndents/> <w:OverrideTableStyleHps/> </w:Compatibility> <m:mathPr> <m:mathFont m:val="Cambria Math"/> <m:brkBin m:val="before"/> <m:brkBinSub m:val="--"/> <m:smallFrac m:val="off"/> <m:dispDef/> <m:lMargin m:val="0"/> <m:rMargin m:val="0"/> <m:defJc m:val="centerGroup"/> <m:wrapIndent m:val="1440"/> <m:intLim m:val="subSup"/> <m:naryLim m:val="undOvr"/> </m:mathPr></w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:LatentStyles DefLockedState="false" DefUnhideWhenUsed="true"
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<div class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">A estas alturas del pastel, amor, tengo merengue hasta en el sobaco. </span></i></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">A la Karenina me la he traído para que la isla le dé su poquito de brisa marina, y la saco todos los días a pasear al puerto, puertecito, donde le encanta ver faenar sobre las nasas a David el Loco, el que es hijo de Wenceslao, aquel que una vez se peleara a botellazos con Pepe el Grillo dentro del bar “El Barquillo”, y a Angelito el Calamar, de rizos hercúleos. Le viene bien esta brisa, porque a la muchacha la jeta se le acartonaba un poco entre tanto disgusto y ceño fruncido, que vaya dos mierdas de hombre que se ha buscado la niña “pija tonta esta”, mi madre dixit. A cada cual más pánfilo:</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El marido:</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">“-Pero la vi y la perdoné. Y la felicidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que experimenté perdonando me mostró claramente mi deber. He perdonado sin reservas, con absoluta sinceridad. Quiero ofrecer la mejilla izquierda al que me abofetea la derecha, dar la camisa al que me quita el vestido. Sólo pido a Dios que no me sea quitada la dicha de perdonar.”</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El amante:</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">“No necesito nada, nada, excepto esta felicidad –pensaba Vronsky, con los ojos en el tirador de la campanilla, e imaginando a Anna tal como la viera la última vez-. Y cuanto más tiempo pasa, más la amo. Aquí está el jardín de la casa de Vrede. ¿Dónde estará Anna? ¿Qué significa eso? ¿Por qué me habrá citado aquí, escribiendo unas líneas en la carta de Betsi?”</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Luego está Kitty –cuyo nombre da ya para la primera temporada de todo un culebrón venezolano-, que jugando a dos barajas se quedó la muy subnormal con ninguna, por despabilada: si yo fuera Lievin le diría sin reparos: “Me voy a hacer una escalera con los huesos de todos tus muertos, Kitty, querida, por sapa.” Pero a Lievin tampoco hay que salvarlo de la quema general, porque desafortunadamente se nos ha enamorado de la muñequita pelucona, y por tanto, páginas hay en la novela de platónicos suspiros decadentes. ¿Cuántas veces habrá leído D’Annunzio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta novela? Aunque a Lievin, pensándolo bien, lo salva su hermano Nicolai, por suerte, que es para nosotros lo más parecido a Iribarren que hay en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Karenina</i>.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Y hasta aquí puedo leer sin desvelarte,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi comandante, el sorprendente suceso de la página 547, allá por la quinta parte: razón tienes cuando los secundarios llenan páginas, porque son un muestrario de nuestro broque, cada cual más interesante y vivo. Pero lo que son los principales, empachaíto de merengue me tienen, y aunque me llegue al sobaco, el julio que me lo está salvando, dicho sea de paso. Ea, con dios!</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-10729985225865938012011-06-29T18:42:00.001+02:002011-06-29T18:43:33.019+02:00Ciegos, muy ciegos."Si se hicieran alinear todos los canallas que hay en el planeta ¡qué formidable ejército se vería, y qué muestrario inesperado! Desde niñitos de blanco delantal ("la pura inocencia de la niñez") hasta correctos funcionarios municipales que, sin embargo, se llevan papel y lápices a la casa. Ministros, gobernadores, médicos y abogados en su totalidad, los ya mencionados pobres viejitos (en inmensas cantidades), las también mencionadas matronas que ahora dirigen sociedades de ayuda al leproso o al cardíaco (después de haber galopado sus buenas carreras en camas ajenas y de haber contribuido precisamente al incremento de las enfermedades del corazón), gerentes de grandes empresas, jovencitas de apariencia frágil y ojos de gacela (pero capaces de desplumar a cualquier tonto que crea en el romanticismo femenino o en la debilidad y desamparo de su sexo), inspectores municipales, funcionarios coloniales, embajadores condecorados, etcétera, etcétera. ¡<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Canallas, marchen</span>! ¡ Qué ejército, mi Dios! ¡Avancen, hijos de puta! ¡Nada de pararse, ni de ponerse a lloriquear, ahora que les espera lo que les tengo preparado!"<br />
Ernesto Sabato: <i>Informe sobre ciegos</i>.<br />
Ahí os lo dejo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-61834732552881920262011-04-27T07:09:00.000+02:002011-04-27T07:09:02.003+02:00Comme d'habitudeEn orden, de 'alantepatrás' en el tiempo, primero vino Claude François, este de aquí y cantando así:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/YN6zrr2o5yg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
Cuentan que murió electrocutado. La cosa fue que estaba en la bañera. La luz que tintinea, juega ella a luces y sombras. Se enciende. Parpadea. Se apaga, y a los diez segundos vuelve a iluminarse. El cantante mira hacia arriba y ve en el techo apagarse la única bombilla del baño, colgando de un cable pelado. Al fondo, la puerta de la habitación entreabierta (como no podría ser de otra manera en esta historia) -recibirá la visita de alguien-, suena lejano el timbre del teléfono, un largo tono monótono que no logra sacarlo del ensimismamiento lumínico.Tiene el hábito de no responder cuando lo interrumpen, cuando duerme, cuando lee y come al mismo tiempo. Así que lo deja sonar como el que escucha llover desde el salón de casa, seco y confortable, sin la urgencia de salir corriendo a descolgarlo porque alguien te vaya a contar que a Fulanito le han detectado un cáncer. Está pensando de nuevo en que la letra apenas exageraba la lentitud del tiempo, el desamparo de las esquinas solitarias, o las grisáceas tardes de domingo en que ni un mal libro te saca del hastío.<br />
Ella supo que iba a ser la mejor canción que le compusieran jamás.<br />
Mojado, quiso enroscar la bombilla, pero tocó el cable con su dedo más meñique. Hasta los pelos de la espalda sintieron el latigazo.<br />
Luego vino otro con la voz siempre en el tono de los contrabajos malditos que han sonado toda la noche, cargados de humo y algún que otro gin. El traje que ni pintado, casi mejor que Cary en <i>Con la muerte en los talones</i>, y lo cantó así (con la adpatación de Paul Anka):<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/Vafrsflot3k?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Luego han venido tantos otros, versionantes microfonistas en mano que le iban dando un toque más acorde con la década que les había tocado sufrir, a veces pop, a veces lánguido y superficial. Teclead en el yutube y los hallaréis a patadas, multiplicados porque ya alguien los tocó como pan o peces de una charca nauseabunda.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-49485136675237080682011-03-15T07:22:00.000+01:002011-03-15T07:22:55.978+01:00Fulanita de Tal se me pone enferma.<div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Me tomo dos paracetamoles y me meto en la cama, y decido, para mañana, empezar mis clases diciendo que las esdrújulas nunca llevan tilde, las llanas cuando nos venga en gana y las agudas cuando nos salga del carajo. Total, nadie va a rendirnos cuenta de lo que hagamos. En estos tiempos, la urgencia, las prisas, la desgana o la desidia son los mejores aliados del analfabetismo. En todos los estratos sociales: desde el consejero de transportes de Madrid que todavía se sube al metrobús hasta el simple administrativo de un centro de salud, pongamos por caso, de dos hermanas. Ups, perdón: Dos Hermanas. Que se me escapaban las haches, que,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque mudas, corren y se escapan que se las pelan. Son las nueve y veinte de la mañana, aún temprano para la malaleche, y Fulanita de Tal y de Cual hace aspavientos con un justificante delante de mis narices: “Que falté el viernes, Alberto. Mi justificante.” Me paro a contemplar los muros de la patria mía, que en ese instante rezaba así:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm5SoDIctSRFu1bR0gwqHeW9blQu1IMYhbs-2Gm0wluZo37_eS56ukCx3MZtrkvBYdN6b6AEXxQ8jgsd9WIM2F6kFw8sdErq1ApLxqdEtsGve6ciOWQzARaucXVLE4OQvvXG-jrLRADbE/s1600/IMAG0324.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm5SoDIctSRFu1bR0gwqHeW9blQu1IMYhbs-2Gm0wluZo37_eS56ukCx3MZtrkvBYdN6b6AEXxQ8jgsd9WIM2F6kFw8sdErq1ApLxqdEtsGve6ciOWQzARaucXVLE4OQvvXG-jrLRADbE/s320/IMAG0324.jpg" width="191" /></a><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">"D./Dña. Fulanita de Tal y de Cual</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">Ha venido al este centro el dia 11 MARZO 2011</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; line-height: 14px;">para consulta enfermeria , para perfiles glucemicos</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: 13px; line-height: 14px;">y para que asi conste, a peticion de la interesada, firmo en</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; line-height: 14px;">dos hermanas a 11 marzo 2011"</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Palatino Linotype","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Respiro, no muy hondo que tampoco tiene uno los pulmones de M. Phelps, y trato de enseñarles a mis alumnos dónde deberían ir colocadas las tildes, la importancia de los signos de puntuación en el orden correcto de la oración y del párrafo, y la lógica de elegir el "doña" si es una paciente, y no un paciente, la que acude a nuestra consulta, las mayúsculas, por favor, que distingan esas dos hermanas (¿quiénes serán, cuáles sus nombres, qué nariz y ojos tendrán, qué faltas también ellas cometerán?) de la Dos Hermanas sevillana, las preposiciones relegadas al olvido, la coherencia y el sentido, en fin, de todo cuanto hacemos y escribimos. ¡Qué duro caballo de batallo! Y luego caigo en la cuenta de que todo esto tal vez importe un bledo, querida, pues cualquier mequetrefe te emite con todo su descaro un texto pletórico de incorrecciones y nuestro silencio ante el trabajo mal hecho es apabullante. Pero qué país este, rediós. </span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-8878292558782086542011-01-29T11:53:00.001+01:002011-01-29T11:56:06.149+01:00NinotchkaDe granito, de aquel viejo mármol cincelado<br />
a través de diez generaciones de orfebres,<br />
un prodigioso muro de hormigón -en estos tiempos-<br />
que no cede ni tan siquiera al polvo de las alas de una mariposa,<br />
sin una amorosa grieta por la que susurrar,<br />
piedra más dura que los azotes de un padre,<br />
rigurosa moral, indestructible solidez<br />
del nervio y la razón,<br />
ciega a los duelos,<br />
muda a la vida, inaccesible ética<br />
que no da su brazo a torcer,<br />
discurso monolítico, exclamativo,<br />
muy de la primera persona del plural,<br />
tú, que apenas has aguantado al minuto 30<br />
para no reír,<br />
para no mondarte,<br />
para no partirte<br />
por la mitad de una sola carcajada<br />
y deshacerte en polvo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-74443330001436537862010-12-13T23:37:00.001+01:002010-12-13T23:42:37.440+01:00El león<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.scannerfm.com/wp-content/uploads/2010/01/enrique-morente-fotografo-manuel-montano-2_500.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="165" src="http://www.scannerfm.com/wp-content/uploads/2010/01/enrique-morente-fotografo-manuel-montano-2_500.jpg" width="200" /></a></div>Como una fría noche de lunes de invierno sin estrellas, sin luna y sin nube en una inmensa negritud de alas de buitres sedientos. Se han vengado del león y le han comido las tripas, en un funesto banquete silencioso y cabizbajo.<br />
<br />
<object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=d99d839" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién te escribirá canciones de amor</span></i></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">cuando yo sea Señor al final</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">y tu cuerpo la capilla blanca de un camino</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">donde mis sacerdotes por ti rezarán?</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién te escribirá canciones de amor?</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;"><br />
</span></span></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">Mis sacerdotes te pondrán flores,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">se arrodillarán frente al cristal</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">y hasta gastarán, besando, tu ventana,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">pisotearán la hierba.</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién te escribirá canciones de amor?</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;"><br />
</span></span></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién disparará la flecha</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">que los hombres sigan a través de tu gracia,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">cuando yo sea Señor de tus recuerdos</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">y tu armadura se convierta de encaje?</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién te escribirá canciones de amor?</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;"><br />
</span></span></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">La simple vida de los héroes,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">la retorcida vida de los santos,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">siempre confundiendo el calendario solar</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">con sus pinturas rojas y dorás,</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">con sus pinturas rojas y dorás.</span></i></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;"><br />
</span></span></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 22px;"><div style="text-align: right;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #a64d79;">¿Quién te escribirá canciones de amor?</span></i></div></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-40706905914876743172010-11-27T13:37:00.000+01:002010-11-27T13:37:32.700+01:00INSOMNIO, por Iribarren.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTD2lBy5kJJdjRP5ZmyPX0ZUDyNexUv0jfRfkZoao_OlkbUavVyGRk2NGLkgN1AelyahI14Tev0Htecu8y_thxdb0PfZ5Sc2iDkHSyyPA8FsfeWzc71k8TTQjITwK2D_COQgfr0u4zM4M/s1600/IMAG0050.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTD2lBy5kJJdjRP5ZmyPX0ZUDyNexUv0jfRfkZoao_OlkbUavVyGRk2NGLkgN1AelyahI14Tev0Htecu8y_thxdb0PfZ5Sc2iDkHSyyPA8FsfeWzc71k8TTQjITwK2D_COQgfr0u4zM4M/s320/IMAG0050.jpg" width="320" /></a></div><i>Ahora que las noches son más largas...</i><br />
<br />
Madrugada, verano, fumando<br />
en el balcón. Una ventana,<br />
al otro lado de la plaza,<br />
se ilumina. Oigo el clic<br />
de un encendedor.<br />
Un tipo. Me mira, desviamos<br />
la mirada. En la calle<br />
una conversación deshilachada<br />
entre borrachos. En el cielo<br />
la luna, amarilla, inmensa.<br />
Sobre ella, la estela<br />
de un avión... Te acercas.<br />
Me abrazas por la espalda.<br />
Me susurras al oído unas<br />
palabras. Imposible decir no.<br />
K. Iribarren.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-73817577612851802552010-10-18T23:37:00.003+02:002010-10-18T23:46:25.661+02:00"Mi país"Perras las palabras, porque algunas muerden tras saltarte a la cara. Lo mismito, pero con los poemas de Iribarren, que te saltan, te muerden y ahí te pudras.<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">Un teléfono arrancado,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">un coche celular que frena, me mira</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">y vuelve a acelerar,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">restos de una barricada ardiendo,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">los semáforos como muertos puestos de pie,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">este frío</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">que casi impide</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">respirar:</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"> ésa es</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">la inhóspita geografía</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">que he atravesado esta noche</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">para llegar hasta ti.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;"> Tu piel,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">mi país, donde el sol</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #cc0000;">se quedó a vivir.</span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-52550005251603346982010-05-30T01:06:00.000+02:002010-05-30T01:06:43.280+02:00El origen del mundo o la historia de un poema.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT54ZI5QKINjMXh_9hrUIdadtbj_HJXzRbjrbl0kPuUPhh9kVrWYElxIk7wh1WYlE7VEBLD3Q3tWMpEoAiLDgO3GDQhyQQw7ybBSGgmhUv6qsWwgQ-romnRAs0TbNQFUXYyxFSCuKRsR8/s1600/Image+004.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT54ZI5QKINjMXh_9hrUIdadtbj_HJXzRbjrbl0kPuUPhh9kVrWYElxIk7wh1WYlE7VEBLD3Q3tWMpEoAiLDgO3GDQhyQQw7ybBSGgmhUv6qsWwgQ-romnRAs0TbNQFUXYyxFSCuKRsR8/s200/Image+004.JPG" width="200" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">Cuando estuve en París, por segunda vez -la primera, en cambio, volvía de Edimburgo, fracasado y sin trabajo. Me suspendí 48 horas en la ciudad y leí <i>Rayuela</i>, o leía París y paseaba por Cortázar, descubriendo una ciudad y un escritor-, compré, en aquella segunda ocasión, una postal juguetona. Pornográfica en levedad. Y se la mandé a Víctor, o tal vez se la diera en mano. La compré en el Barrio Latino. En su reverso debí de escribirle algunas palabras que guardaban recuerdos de las horas compartidas que pasamos estudiando las oposiciones en salas que se vaciaban o llenaban, según los meses, pero que nosotros aguantábamos invariablemente, viendo caer los últimos días primaverales y los tórridos del verano. Si de las palabras que escribí entonces no me acuerdo, difícilmente podría olvidar la imagen de mi postal: imaginen un muchacho francés, visto de frente, con su bigote negro, ancho, surcando ondulante sobre el labio superior. Un momento, esto no es. Visto más de directamente, el gabacho sigue estando ahí, pero lo que era su bigote no es tal, sino más bien vello púbico, vamos, pelo de coño, y piernas entreabiertas: resultaba una foto tomada desde el vientre de la víctima moribunda de placer.</div><br />
<div style="text-align: justify;">Poco después, quizá al año siguiente, sería Víctor quien me mandara una postal, o me la diera en mano, probablemente esto segundo, pues nunca ha sido el mentado trovador estepeño de enviar epístolas a la romántica. Su postal era más conocida que la mía: reproducía el cuadro de Courbet <i>El origen del mundo</i>, que se puede ver en la antigua estación de trenes de Orsay, convertida en museo de pintura y escultura impresionistas, y algún que otro período pictórico más.</div><div style="text-align: justify;">Eso, sin embargo, lo supe mucho después, lo de que el cuadro estaba en el museo D'Orsay. Exacatamente hace dos años. De nuevo en París -cuando estuve por vez segunda-, y eran otros ojos los que iban conmigo, rasgados, egipcios, esbeltos, bellos. Buscamos el cuadro por entre el laberindo de pintores, esculturas, paredes y callejones sin salida que forman ese museo. Preguntamos, <i>no está, anda de gira en exposición itinerante</i>. Así que mis ojos egipcios, rasgados y esbeltos y yo nos fuimos de la antigua estación de trenes para subir a Montmartre.<br />
Y hace algunos días, este poema de Carlos Marzal.<br />
Para Víctor y Calíope.<br />
<br />
<div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px;">No se trata tan sólo de una herida</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="color: red;">que supura deseo y que sosiega</span></div><span class="Apple-style-span" style="color: red;"><div style="text-align: right;">a aquellos que la lamen reverentes,</div><div style="text-align: right;">o a los estremecidos que la tocan</div><div style="text-align: right;">sin estremecimiento religioso,</div><div style="text-align: right;">como una prospección de su costumbre,</div><div style="text-align: right;">como una cotidiana tarea conyugal:</div><div style="text-align: right;">o a los que se derrumban, consumidos, </div><div style="text-align: right;">en su concavidad incandescente,</div><div style="text-align: right;">después de haber saciado el hambre de la bestia,</div><div style="text-align: right;">que exige su ración de carne cruda.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">No consiste tan sólo en ese triángulo</div><div style="text-align: right;">de pincelada negra entre los muslos,</div><div style="text-align: right;">contra un fondo de tibia blancura que se ofrece.</div><div style="text-align: right;">No es tan fácil tratar de reducirlo</div><div style="text-align: right;">al único argumento que se esconde</div><div style="text-align: right;">detrás de los trabajos amorosos</div><div style="text-align: right;">y de las efusiones de la literatura.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">El cuerpo no supone un artefacto</div><div style="text-align: right;">de simple ingeniería corporal;</div><div style="text-align: right;">también es la tarea del espíritu</div><div style="text-align: right;">que se despliega sabio sobre el tiempo.</div><div style="text-align: right;">El arca que contiene, memoriosa,</div><div style="text-align: right;">la alquimia milenaria de la especie.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Así que los esclavos del deseo,</div><div style="text-align: right;">aunque no lo sospechen, cuando lamen</div><div style="text-align: right;">la herida más antigua, cuando palpan</div><div style="text-align: right;">la rosa cicatriz de brillo acuático,</div><div style="text-align: right;">o cuando se disuelven dentro de la hendidura,</div><div style="text-align: right;">vuelven a pronunciar un sortilegio,</div><div style="text-align: right;">un conjuro ancestral.</div><div style="text-align: right;"> Nos dirigimos</div><div style="text-align: right;">sonámbulos con rumbo hacia la noche,</div><div style="text-align: right;">viajamos otra vez a la semilla,</div><div style="text-align: right;">para observar radiantes cómo crece</div><div style="text-align: right;">la flor de carne abierta.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">La pretérita flor.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Húmeda flor atávica.</div><div style="text-align: right;">El origen del mundo.</div></span></span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-56684561075887065092010-05-10T22:55:00.004+02:002010-05-10T23:26:40.472+02:00Cojones duros<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'MS Shell Dlg'; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Como hace mucho tiempo que no escribo, he pensado que quizá sea poque no tengo los cojones duros. Parece condición indispensable. Aunque si soy sincero, llevo una temporadita como para que se me pongan de mármol, del mármol duro con que se esculpió el <i>daviddemiguelángel</i> y resistir cinco siglos las miradas boquiabiertas de chinitos y europeos con cara de memos. De hecho, podría hablarte de mi familia lumpen, y entonces mis cojones se endurecerían más que la propia kriptonita. Los cojones duros a lo Carver o Roger Wolfe (según Pablo), los cojones duros a lo Norman Mailer. Los cojones duros para escribir desde dentro de la oscuridad cuando afuera todo el mundo ve luz y sol. Incluso los cojones duros para que te tiente el escribir y resistir, cuando lo que te sale es pura sensiblería barata, menopáusica sensiblería. Y todo esto por leer a Marzal, que hoy me ha abierto una razón para seguir resistiendo tentaciones.</span></span></span></span><br />
<br />
<div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El extraño artilugio de un poema</span></div><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">es una imperturbable realidad</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que soporta flemática, sin daño,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">cualquier definición.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Es una joya</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que resplandece en sus palabras justas,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">las ágatas pulidas de una lengua.</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Un silogismo para concebir</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">el hecho inconcebible de estar vivo.</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Un camarada fiel que cobijamos</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">y en la noche del alma nos cobija, </span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una semicorchea en el concierto</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que interpretan los astros infinitos.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Y es una forma rara de aventura</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que nos conduce hasta un país insólito:</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">esa estepa glacial de la emoción.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para viajar allí, donde el poema,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">un escritor requiere algunos víveres:</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">cierto devoto amor por los difuntos,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">cierto olfato verbal, cierto talento,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">cierta ebanistería del oficio,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">cierto dios sabe qué de inexplicable.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Y en especial tener cojones duros,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">para no sentir miedo de perderse,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">para el delirio de apostar con fe,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">para adentrase solo en tierra extraña,</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">para el forzoso puerto del fracaso.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una fuerza moral.</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Consiste en eso:</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">una fuerza moral contra el destino.</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-14790607008983534362010-04-14T00:27:00.001+02:002010-04-14T12:15:48.172+02:00A eso que llaman azarA eso que llaman <i>azar </i>habría que darle otro nombre más ajustado a su perfil, sin paliativos,de ramera o perra (o)diosa cuando te persigue en la duermevela de una noche lenta y sarnosa, o cuando al final -Mishima escribiría "con el sonido de los barcos que atracan con la luz del ocaso primaveral"- crees ciegamente en el olvido como prostituto remedio. A ese azar enquistado y cancerígeno habría que llamarlo algo así como boxeador derrotado, pugilista sin futuro, retirado gris funcionario de gobierno soviético. Porque es para hartarse y escupirle a la cara. Cuando en una esquina cualquiera entre dos calles sin nombre, te la tropiezas de frente y los ojos te estallan en las cuencas si reconoces el pasado. Cuando lees el poema momentos después de que el barco haya encallado y entonces comprendes que ya no sirve, que ahora es tarde, que entonces literatura y cine como vagos sustitutos y quizá nada más. Y sucede, vaya si sucede que en cualquier esquina, café o sala de cine por poner sitios comunes, o si me pongo más en plan cultureta, vaya si sucede con algunas palabras que deben ser como pequeños artefactos cargados de uranio enriquecido. No te aseguro que encerrándote en tu cueva te vayas a librar: cuídate del poema, porque el azar está también a veces al doblar de un verso.<br />
<div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Llamar amor a lo que tú y yo hacemos<br />
es cometer una sensiblería <br />
indigna de nosotros, que aún somos amantes.<br />
Eso es mejor que lo hagan los demás,<br />
aquéllos que precisan aguar un vino fuerte.<br />
Lo nuestro es un fenómeno distinto,<br />
sin ningún circunloquio, sin grumos literarios.<br />
Se manifiesta en el arrastramiento <br />
recíproco. Consiste en una prospección<br />
para obtener placer y para darlo,<br />
un hurto generoso que se ofrece egoísta.<br />
Es un duro trabajo en las calderas<br />
de nuestra intimidad, un primitivo<br />
cerco en torno al castillo de la vida.<br />
La carne se alimenta de la carne,<br />
de su mutuo veneno jubiloso. <br />
Lo que hacemos tú y yo no es el amor.<br />
A no ser que se entienda por ello un sacrificio <br />
donde nos ofrecemos a los dioses suicidas<br />
que habitan en el pozo de nuestra propia sangre.<br />
Para nombrarlo habría que incurrir<br />
en palabras que algunos consideran obscenas,<br />
aunque la obscenidad tampoco lo define,<br />
porque no pretendemos aleccionar a nadie<br />
ni sobre el impudor, ni sobre la virtud.<br />
Lo que mejor explica, sin agotarla nunca,<br />
la bárbara pureza del deseo recíproco<br />
es una cacería de animales<br />
y el hartazgo feliz en que se sacian,<br />
con los ojos cerrados contra el tiempo,<br />
en el avaro éxtasis de su feroz banquete.<br />
Para la bestia octópoda que engendramos tú y yo,<br />
son una estupidez los términos pacíficos,<br />
un triste deshonor en la batalla.<br />
No hacemos el amor, desvalijamos<br />
con codicia nocturna en la casa del cuerpo.</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Carlos Marzal: "Los alimentos corporales".</div><div style="text-align: right;"></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-6168513391579986672010-03-15T21:02:00.006+01:002010-03-15T21:16:10.020+01:00Al día de hoy, un lunes lento -tras el fin de semana más extraño que recuerdo- y apagado, me lo salva la literatura, como si fueran tres palabras que te acarician tras una tormenta de silencios: ahí van dos de esas tres palabras:<br />
Una, de Adam Zagajevski, y reza así:<br />
<i>"Hace meses que no escribo </i><br />
<i>ni un sólo poema.</i><br />
<i>Vivía humildemente leyendo los periódicos,</i><br />
<i>pensando en el enigma del poder</i><br />
<i>y en las causas de la obediencia.</i><br />
<i>Contemplaba puestas de sol</i><br />
<i>(escarlatas, muy inquietantes),</i><br />
<i>sentía cómo callaban los pájaros</i><br />
<i>y cómo la noche iba enmudeciendo.</i><br />
<i>Veía girasoles que agachaban </i><br />
<i>la cabeza al ocaso, como si un desatento </i><br />
<i>verdugo paseara por los jardines.</i><br />
<i>En el alféizar se iba acumulando</i><br />
<i>el polvo dulce de semptiembre</i><br />
<i>mientras las lagartijas se escondían</i><br />
<i>en los salientes de los muros.</i><br />
<i>Salía a dar largos paseos,</i><br />
<i>y deseaba tan sólo una cosa:</i><br />
<i>relámpagos,</i><br />
<i>cambios, </i><br />
<i>a ti."</i><br />
<div style="color: black; font-family: inherit; text-align: center;"></div><div><br />
<br />
Otra, de Alberto Méndez (<i>Los girasoles ciegos</i>):<br />
<i><span style="font-family: inherit;">"Elena se levantó, cerró la ventana, apagó la luz, a tientas se acercó a Ricardo, que seguía inmóvil en el suelo tiritanto. Tomó sus manos, suavemente le forzó a que se levantara y, sin soltarle, le llevó hasta el dormitorio con una dulzura que empezó con besos y caricias en la cara humedecida por las lágrimas y terminó desnudándole con la misma delicadeza con la que vestía al niño. Tuvo que reconstruir el camino de las caricias de antaño y jadear quedamente para atraer las pasiones enterradas en los rincones del miedo. Ayudó a que Ricardo emprendiera la búsqueda de sus secretos y terminó arrodillándose para llamar con los labios el vigor que se escondía bajo todas las tristezas. Cuando obtuvo la respuesta, en el suelo, para eludir los chirridos de la cama, se enzarzaron en un cúmulo de posesiones que tuvo lugar sin un jadeo, sin un grito, sin un te quiero para seguir guardando el secreto de la vida."</span></i><br />
<br />
A la tercera palabra le queda todavía, tal vez, el acento o la cadencia de la noche. Para otro día.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-31309732480779358682010-02-15T22:36:00.000+01:002010-02-15T22:36:00.460+01:00MAUS<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="http://elcoleccionistadtbos.zonalibre.org/archives/maus.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://elcoleccionistadtbos.zonalibre.org/archives/maus.jpg" width="134" /></a></div>MAUS. Maus. mauschwitz. Algunos lo llaman campo de concentración. Otros, entre los que se cuenta el escritor italiano Primo Levi, lo nombran -no sin pavor- más propiamente campo de exterminio, pues eso fue, un campo donde los cuerpos y las mentes eran despojados de toda condición de humanidad para convertirse en deshechos putrefactos de un olor insoportable: miles, cientos de miles de judíos, hasta sumar algunos millones en toda Europa, fueron gaseados, fusilados, tiroteados, golpeados hasta perecer, enterrados vivos junto a cadáveres. De aquel escritor italiano existe una novela -que es una confesión, que es a su vez un acto de justicia y de descarga- que son en realidad tres, esto es, una triología con el significativo título de <i>Si esto es un hombre</i>, y que leí hace ya años, tal vez cuando estaba en la carrera, o perdido en alguna otra tierra peregrina. Por cierto, libro que ahora tengo prestado a no sé quién, y que espero que le esté resultando nauseabundo, pues al fin y al cabo de eso se trata, de execrar toda aquella realidad que terminó convertida en pesadilla. Lo leí todo de un tirón, engullendo horribles imágenes que se fundían con las miles de fotos habidas de judíos famélicos, podridos barracones y cadáveres amontonados tras un montículo de tierra inerte, lo leí de golpe y de la mano de la voz de un superviviente que relataba su propia aventura -perdón, desventura quise decir- en medio de tanta muerte. Fascinado y boquiabierto ante el espectáculo infernal -dantesco, dirían los pedantes-, visité alguna exposición en Sevilla, algunos museos en Budapest, recorrí películas... y todo no era más que la repetición en imágenes de las palabras del escritor. Poco después, alguien me habló de otra novela, historia llevada a la televisión, que se titulaba <i>Holocausto</i>, y la estuve buscando un tiempo, mientras los libreros me daban nones o me argumentaban que la edición se había agotado y no se pensaba en una nueva edición. Pero un mes de julio, o agosto tal vez, peregrinando Santiago en busca de un bar donde almorzar, entré en una librería de viejos, que me mandó a otra, y esta otra me llevó a su almacén y me enseñó dos ejemplares de aquel libro: en inglés (original) y en español. Así que me senté en una mesa, leía páginas, comía, hablaba con unos y otros, volvía al libro, ahora café, las horas cayendo en la tarde con sus granos de arena, más palabras oídas o leídas, confundidas con las del libro, y la historia rondando en mi cabeza. De ese libro, esa tarde fue lo mejor que saqué: un buen atardecer entre amigos, en Santiago, palabras y conversaciones que subían y bajaban como un tiovivo. El libro no era lo que me esperaba.<br />
<a href="http://www.randomhouse.com/pantheon/graphicnovels/art/mausiispread1.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://www.randomhouse.com/pantheon/graphicnovels/art/mausiispread1.gif" width="220" /></a>Y ahora, vaya uno a saber cuánto tiempo hace de eso, me cae en las manos este otro, <i>Maus </i>lleva por título. Y sorprendentemente no es otro libro, es un cómic, un tebeo hablando de cosas serias (si es que se pueden hablar "cosas", tal cual). Metido en un vórtice de viñetas que cuentan la historia de un padre, también la de su hijo, emigrantes: superviviente del holocausto aquel; dibujante y autor del cómic este. Ya no es sólo palabras, y primera persona, y relato re-vivido del holocausto, o la masacre, o el exterminio (que todas estas palabras y muchas más se refieren a lo mismo, ¿y por qué tantas palabras para una, esa, realidad?), o sentir que el contador también lo vio con la retina de su ojo, con su pellejo finísimo y sus huesos asomando en cada curva del cuerpo, es que también los dibujos, también la historia de cada personaje dibujado, también la historia del hijo que se ve obligado a conocer de su padre, es que también. Y aún más: la fauna humana es animal, salvajemente animal, porque los judíos tienen todos caras de ratones, los nazis caras de gatos, los polacos caras de cerdos, los usa's caras de perros, y así continúa el animalario dibujado por Art Spiegelman, hijo de de un judío que logró salir con vida de Auschwitz.<br />
<br />
<a href="http://www.guiadelcomic.com/comics/maus.htm">Más sobre Maus</a>.<br />
<a href="http://afueradenuestrasjaulas.blogspot.com/search?q=primo+levi">Y algo sobre Primo Levi.</a>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-32208760212549110352010-01-28T12:21:00.000+01:002010-01-28T12:21:27.035+01:00Rebelión en la granja, por María Almendro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2RDY_ce-11kf3vUhgOC1D5bJNBaW6rnlVhMpQ-Cyr-GFXkgiYFxZ_v5MDdtUvriaglIOvj6MahZKGPNtkFF-3Ob0vsCucJq93uKYIzb0y4E9kJzWTiyDpBdKp0dbI4cDxI40qv__1-8/s1600-h/rebelion+en+la+granja.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2RDY_ce-11kf3vUhgOC1D5bJNBaW6rnlVhMpQ-Cyr-GFXkgiYFxZ_v5MDdtUvriaglIOvj6MahZKGPNtkFF-3Ob0vsCucJq93uKYIzb0y4E9kJzWTiyDpBdKp0dbI4cDxI40qv__1-8/s200/rebelion+en+la+granja.jpg" width="138" /></a><br />
</div>H.G.Orwell ha realizado una historia sobre una granja donde hay muchas variedades de animales (cochinos, caballos, vacas y otras muchas), que forman una rebelión para librarse de la esclavitud y sobre todo de los seres humanos. <br />
En esta novela hay una moraleja, donde se explica que los humanos y los animales no tienen tanta diferencia, tal cómo se explica al principio de la novela. Esta moraleja trata sobre la felicidad de todos los seres vivos. Al principio de la historia hay un líder y unos oprimidos: el líder es feliz mientras los oprimidos o trabajadores están muy tristes. Los trabajadores están ya cansados de aguantar al líder, y hacen una rebelión donde consiguen echar al líder y quedarse ellos con la granja. Al final de la novela se dan cuenta de que son todos iguales y no tienen tanta diferencia. <br />
En la novela también se explica que los animales terminan siendo igual que los humanos, que hay una clase alta y otra clase baja. Los cerdos son la clase alta. Las gallinas, caballos, vacas, etc. son la clase baja. Los cerdos son bastantes mandones, incumplen mucho las reglas y después de todo mandan al cerdo de menos valor a cambiar las normas para no tener problemas. Mientras la clase baja de animales es más responsable y trabajadora.<br />
Conclusión: esta novela es entretenida, y puedes aprender muchos modales sobre cómo tratar a la gente.<br />
<br />
MARIA ALMENDRO, 3º ESO, A.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-10547399802346451992010-01-28T12:09:00.002+01:002010-01-28T12:11:30.050+01:00Tres sombreros de copa, por Ana López<meta content="text/html; charset=utf-8" http-equiv="Content-Type"></meta><meta content="Word.Document" name="ProgId"></meta><meta content="Microsoft Word 12" name="Generator"></meta><meta content="Microsoft Word 12" name="Originator"></meta><link href="file:///C:%5CUsers%5CDEPART%7E1.LEN%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml" rel="File-List"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5CDEPART%7E1.LEN%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx" rel="themeData"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5CDEPART%7E1.LEN%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml" rel="colorSchemeMapping"></link><style>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMvuuroG_Epja7lUWg_TgeqUTx2EB6ZOFtNlh-BEjEkogeax2Ww7gQdI26BAyiSCZeij8DibnxFXmsN-v5l_4hIXOYOgIZSH8GuhgrLLwnFYFwX-pDn8lSXsWKi-jyZe3mLbtBw8DL4rs/s1600-h/TresSom2-OK.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMvuuroG_Epja7lUWg_TgeqUTx2EB6ZOFtNlh-BEjEkogeax2Ww7gQdI26BAyiSCZeij8DibnxFXmsN-v5l_4hIXOYOgIZSH8GuhgrLLwnFYFwX-pDn8lSXsWKi-jyZe3mLbtBw8DL4rs/s320/TresSom2-OK.jpg" /></a><br />
</div><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dionisio es un hombre humilde que se va a casar con Margarita, una chavala tímida, fea pero rica. Repentinamente, Dionisio conoce a Paula en el hotel que se hospeda. Don Rosario era el dueño de ese hotel, no muy limpio y no le gustaba quitar los objetos que se le olvidaban a las personas que se alojaban en su hotel.<o:p></o:p></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Paula trabajaba en un circo y también era humilde como Dionisio, aunque a él no le importaba en lo que Paula trabajara. Ella era muy simpática, divertida y no tenía suerte con las parejas.<o:p></o:p></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Mientra yo leía esta obra de teatro, me daba cuenta de que la obra me hacía reír, pues no había muerte ni la muerte rondaba a los personajes.</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"> Ana López, 3º ESO, A.<br />
</span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-33207426048800672692010-01-14T22:43:00.004+01:002010-01-14T23:29:32.275+01:00Mañana no será lo que dios quiera<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://blogs.canalsur.es/elpublicolee/files/9788420423203manananosera1.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 158px; height: 233px;" src="http://blogs.canalsur.es/elpublicolee/files/9788420423203manananosera1.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-family: verdana;">Como la vuelta da muchas vidas, entre ciudad e isla me ha caído a las manos un libro del poeta Luis García Montero sobre el poeta Ángel González, o sea, un libro de un poeta de un poeta. Amigos íntimos, se citan en un bar de Oviedo y mientras un cielo gris da paso a las luces de la ciudad y una garúa fina constante limpia el asfalto, las calles, las fachadas, los dos poetas conversan, se retratan con las palabras, escriben sus biografías, sobre todo la de los años anteriores a la Guerra Civil, y también los de la sangrienta contienda, y los de la década, ya puestos, hambrienta de los años cuarenta.<br /></span><div style="text-align: right;">"Llegó también la guerra un mal verano.<br />Llegó después la paz, tras un invierno<br />todavía peor. Esa vez, sin embargo,<br />no devolvió lo arrebatado el viento.<br />Ni la lluvia<br />pudo borrar las huellas de la sangre.<br />Perdido para siempre lo perdido,<br />atrás quedó definitivamente<br />muerto lo que fue muerto."<br /><br /></div><br /><span style="font-family: verdana;">Siempre me interesó averiguar cómo Quevedo se río de buena gana con el hombre "a una nariz pegado", refiriéndose al narisísimo de Góngora, y que éste se llevara a matar con aquél, y que se zancadillearan con cada verso que escribían. Y la mora Zaida esconde a Elena Osorio, cuando Lope (el Fénix de los ingenios) le está derramando amor del de verdad, del que entraña odio, engaño, frustración, dulcísimo veneno en aquel su romance amoroso y despechado. Recorrer así los versos, los poemas, entendiendo la anécdota de la que surgió me ayuda a ver a los poetas más humanos, más carne y hueso y menos tinta sobre papel blanco. Ésa es la biografía en este libro de Á. González, de García Montero, y sus versos surgidos por la pasión o por el odio, la mujer o la guerra:</span><br /><o:p></o:p> <p class="MsoNormal"><span style=";font-family:Georgia;font-size:10pt;" ><span> </span><o:p></o:p></span></p> <div style="text-align: center;"><div style="text-align: right;"><em></em>"Estos poemas los desencadenaste tú,<br />como se desencadena el viento,<br />sin saber hacia dónde ni por qué.<br />Son dones del azar o del destino,<br />que a veces<br />la soledad arremolina o barre;<br />nada más que palabras que se encuentran,<br />que se atraen y se juntan<br />irremediablemente,<br />y hacen un ruido melodioso o triste,<br />lo mismo que dos cuerpos que se aman."<br /></div><br /><div style="text-align: left;"><span style="font-style: italic;">Mañana no será lo que dios quiera</span>, editorial Alfaguara.<br /><span style="font-style: italic;">Ángel González. Antología de la poesía para jóvenes</span>, editorial Alfaguara.<br /></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-15117157897339773352009-11-30T22:44:00.005+01:002009-12-04T00:48:15.141+01:00Una clase de Boxeo con Chirbes.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.uca.es/web/actividades/Agenda/imagenes/200810ImagenesAgendaoctubre/09"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 293px; height: 381px;" src="http://www.uca.es/web/actividades/Agenda/imagenes/200810ImagenesAgendaoctubre/09" alt="" border="0" /></a><br />Crematorio. <span class="eAcep"><span style="font-style: italic;">Lugar donde se hace la cremación de los cadáveres.</span><br /><span style="font-style: italic;">Crematorio </span>(2), la novelita de Rafael Chirbes, publicada en Anagrama, y que asola, destruye, derriba, quema, dilapida el mundo que heredamos en el siglo xxi. ¡Buf!<br /><br /><span style="font-family: verdana;">Puños duros, y golpe tras golpe, noquea, entonces te vuelves a levantar y un nuevo zurdazo te parte el labio de arriba abajo, sin verlo, a la vuelta de la página inesperadamente, y un hilillo de sangre amarga te corre boca adentro. ¿Qué golpes? Los que aquí dejo consignados:<br /><br /></span><span style="font-family: verdana;"><span style="font-weight: bold;">Golpe 1: La nostalgia</span>. Este directo, monólogo de Rubén Bertomeu, uno de los protagonistas -rico setentón arquiteco alicantino que ha contruido las masas de bloques en hilera por encima de la costa marina alicantina, ha jugueteado con la mafia, con la coca, con la corrupción política y urbanística, le gusta escuchar al maestro Beethoven en el coche de alta gama, dispararse por la autopista, pensar en todo lo que ha visto, en su familia, su hija restauradora de cuadros, su hermano Matías, muerto, tumor hecho ceniza de crematorio, su nueva mujer, cuarenta años más joven que él-:</span><br /><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">"Y aquí no hace tantos años, la gente se moría de hambre. Yo la he visto. La he visto escarbar, arrancar hierbas en las orillas de los caminos. He visto a los peones llegar a la casa del Pinar para pedir tres pesetas de anticipo, las mujeres llorándole a mi madre, que llamaba a la criada y les decía que les sirviera en la cocina un plato de las patatas que habían sobrado del hervido de días antes, los niños con la cabeza tiñosa untada de tintura de yodo, o de azufre, aplastando las patatas con la cuchara, y añadiéndoles un poco de agua del vaso que la criada les ponía delante, patatas frías regadas con un chorrito de agua fría, ni siquiera de aceite. Si estaban en la cocina, me marchaba porque no podía soportar la escena. Dinero ni un céntimo, se lo beben los maridos, decía mi madre."<br /><br /></span><span><span style="font-family: verdana;"><span style="font-weight: bold;">Golpe 2: La noche</span>. Gancho suave de derecha: Monólogo de Collado, viejo ayudante de Bertomeu, muy al principio, cuando apenas empezaban a ser socios y tenían que esconder a la dama blanca en la barriga de los caballos. Personaje sacado de cualquier escena del Padrino, acompañante pistolero farlopero que se sube al carro de la construcción y sacó tajada, para ser humillado, reducido por enamorarse de una dama de noche, rusa, traída en las bodegas de un barco con otras tantas para los bares y nigthclubs de carretera:</span><br /><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">"...ahora sorben mierda por la nariz los niñatos en las terrazas de la playa, de los discopubs, de los after hours y los chill outs, esa mierda de los muertos de hambre que sale el fin de semana a quemarlo todo, a pegarle fuego a todo y lo que quieren es meterse, lo que sea, anfetas, tripis, éxtasis sólido o líquido, alcohol, red bull, coca-cola, poppers, pegamento, mierda, guarrerías descontroladas, matarratas. Dolor de cabeza garantizado para la mañana siguiente. Meterse lo que sea y dar saltos y notar cómo te bombea la sangre bajo el chorro de láser que moja con esa luz tan blanca la pista: Yo mismo aspiro tanta mierda que otra cosa, aspirinas picadas, en el mejor de los casos glucosa, cal triturada, eso es lo que lleva mayoritariamente una raya de lo que llaman coca. Las discotecas. Las chicas jovencitas, tu nieta, Rubén, tu nietecita, la veo en la disco, mucho entrar y salir de los retretes tocándose la naricita de fresa."<br /><br /></span><span style="font-family: verdana;"><span style="font-weight: bold;">Golpe 3: el tumor</span>: el golpe de crochet. Raro en literatura, casi tema tabú. Silvia, la hija de Bertomeu, lleva a su hijo al aeropuerto (viaje de fin de curso) y vuelve para el crematorio. Matías la está esperando sobre una plancha metálica y bajo un chorro potente de luz. En el coche:</span><br /><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">"Les mostró radiografías, habló de metástasis, pasó la uña del dedo índice sobre sombrías y anchas superficies, que eran hígado, pulmones; en las que destacaban una especie de huecos, vacíos aparentes que eran tumores que habían crecido desbocados. Es inútil aplicar ningún tratamiento. Sedarlo, eso es todo.. No creo que llegué al próximo domingo, diagnósticó. Pero el médico se había equivocado, y Matías ni siquiera había llegado al miércoles."<br /><br /></span><span style="font-family: verdana;"><span style="font-weight: bold;">Golpe 4</span>: Por si acaso queríamos refugiarnos de este mundo en <span style="font-weight: bold;">la literatura</span>, un jab seco y directo a mis ojos, a tus ojos de lector que busca maderos para el naufragio. Juan, experto catedrático en la literatura realista de los 50 (ya sabéis, Cela, Bonald, Ferlosio, la miseria y el hambre de posguerra, la novela de berza para algunos, la palabra cargada de futuro para otros) y yerno (creo que digo bien el parentesco) de Bertomeu:</span><br /><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">"Incluso cuando hablaba de cultura, de su trabajo como profesor de literatura, se expreaba con amargura su marido (de Silvia). No somos investigadores de cáncer, decía, ni de la vacuna contra la polio, ni de algún material nuevo, en adelante de uso imprescindible. Somos un capricho que se pagan las sociedades ricas y que a los pobres apenas si se les ocurre plantearse. Somos putas, flores de loto que se abren en la charca maloliente de la opulencia; brindamos un entretenimiento un poco más refinado que el que ofrecen las chicas al borde de la carretera (también menos intenso). La belleza, los sentimientos: paparruchas, que decían los personajes de comedia de antes. Leemos un libro, vemos un cuadro, u oímos una canción que nos emociona tremendamente, y a lo mejor hasta nos hace llorar, pero luego eso se acaba, y volvemos a la vida cotidiana, y hasta nos olvidamos de que un día oímos es</span></span></span><span class="eAcep"><span><span style="font-family: verdana;">s</span></span></span><span class="eAcep"><span><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">a canción."<br /><br /></span><span style="font-family: verdana;"></span></span></span><span class="eAcep"><span><span style="font-family: verdana;"><span style="font-weight: bold;">Golpe final: Swing y derechazo y lona: el neocapitalismo.</span> De nuevo, Bertomeu encendiendo luces, todo</span></span></span><span class="eAcep"><span><span style="font-family: verdana;"> fuera, porque el combate esta finito:</span><br /><span style="font-family: verdana; font-style: italic;">"...en efecto, los barcos de los libros eran vertederos flotantes, y que esos nombres de ciudades asiáticas no quieren decir nada, o quieren decir contaminación química, contaminación orgánica, miseria o despilfarro de un capitalismo recién descubierto, que ejerce una violencia implacable que podríamos llamar mandarinesca, o imperial. Los periódicos cuentan que Pudong, el viejo barrio obrero que ha acabado convirtiéndose en el símbolo de la modernidad de Shangai, se está hundiendo, no metafóricamente, ni comercial ni socialmente, nada de eso, sino físicamente: se hunde de verdad, bajo el peso de los gigantescos rascacielos construidos sobres los sedimentos, sobre el fango del río. Los jardines de Souzou, la Venecia china, están regados por canales que recogen todos los vertidos de las empresas textiles, metalúrgicas, químicas. En el Everest, según cuentan los montañeros en las entrevistas que les hacen, no puedes poner un pie en el suelo sin tropezarte con una lata de conservas o una botella de coca-cola: el mundo como un gran vertedero, un concepto muy de Rubén Bertomeu: aceptar que viajamos entre escombros."</span><br /><br /></span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-73243122903224984082009-05-24T19:40:00.010+02:002009-05-26T08:35:15.643+02:00El París literario de Vila-Matas<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.piedepagina.com/numero4/imagenes/vilamatas_ring.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 631px; height: 361px;" src="http://www.piedepagina.com/numero4/imagenes/vilamatas_ring.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />La excusa para esta novela es una conferencia sobre la ironía, dictada durante tres días, pero el resultado es otra cosa muy distinta, una carcajada, un examen de la ciudad mítica, la admiración hacia el gran escritor Hemingway, la tela urdida por los escritores 20, 30 ó 40 años antes, el quehacer literario y la forja de un escritor: todo en unas 230 páginas de buen oficio. Increíble, no es cierto.<br />A Vila Matas lo reconozco como un escritor de oídas, un nombre que te suena, algún título suyo en el volumen de la historia de la <span style="font-style: italic;">narrativa española</span> (ese eterno moribundo panteón) o algún comentario pasajero en cualquier clase. Pero rebuscando por los estantes me encontré con Bartleby, no el sujeto del cuento de Melville (anclado nihilista en la frase "preferiría no hacerlo"), sino en el otro, el<span style="font-style: italic;"> Bartleby y compañía</span>, obra de Vila-Matas, y recordaba haber disfrutado como pocas veces en la lectura de un libro que se negaba a sí mismo, esto es, un libro que habla sobre escritores que se negaron a volver a escribir, sobre todo tras una obra maestra (Salinger, Rimbaud, Rulfo... todos a imitación del personaje melvilleano).<img src="file:///C:/DOCUME%7E1/COMPAQ%7E1/CONFIG%7E1/Temp/moz-screenshot.jpg" alt="" /><br /><br />Así que entré a la librería y me despaché a gusto. El primero de ellos, éste de <span style="font-style: italic;">París no se acaba nunca</span>. Poblado de escritores, de referencias a libros, cines y directores, vagabundos de los márgenes de la literatura, guiños a personajes, a capítulos, a teorías. Y en medio de todo, un pequeñito personaje, el propio Vila Matas recordando, que pasea por la ciudad buscando la manera en que escribir un libro, una novela que lo instaure en ese otro mundo que observa desde fuera, el de los escritores que se conocen en un <span style="font-style: italic;">bistrot </span>y se pelean a muerte, literariamente, claro, como lo hicieron Fitzgerald y el propio Hemingway, en abril de 1925, en el Dingo Bar.<br />Descreído hasta la subversión, irónico incluso consigo mismo, dice en uno de los capítulos para hundir a ese exilio español que se creía intelectual por el sólo hecho de ser un <span style="font-style: italic;">alfredolanda</span> trasterrado:<br />"Hablando de política, debo decir que un mes después de tomar posesión de mi <span style="font-style: italic;">chambre</span>, mis ideas de estudiante español antifranquista ya habían cambiado y había pasado de ser de izquierda radical dura, de la línea situacionista, con Guy Debord como maestro. Pasé a pensar que ser antifranquista era ser muy poca cosa y, bajo la influencia de las ideas situacionistas, con mi pipa y mis dos gafas falsas, comencé a pasear por el barrio convertido en el prototipo del intelectual poético y secretamente revolucionario. Pero en realidad yo era un situacionista sin haber leído una sola línea de Guy Debord, era pues de la extrema izquiera más radica, pero sólo de oídas."<br /><br />Y algunos capitulitos más adelante dice, a proposito del escritor que se forma en la penuria, en la pobreza, otro de los tópicos que plagan las biografías literarias y el capítulo sobre el aprendizaje del oficio:<br /><br />"Creía que era muy elegante vivir en la desesperación. Lo creía lo largo de esos dos años que pasé en París, y en realidad lo he creído casi toda mi vida, he vivido en ese error hasta agosto de este años, que es cuando se tambaleó y derrumbó definitivamente esa íntima creencia en la elegancia de la desesperación. Cuando ésta se derrumbó, fueron cayendo poco después, como un castillo de naipes, otras creencias no menos pintorescas. Como por ejemplo la de pensar que la flacura es esencial para ser intelectual y que los gordos -a medida que yo engordaba, con gran complejo de culpa lo iba pensando cada día más- no son poéticos ni pueden ser inteligentes [...]. Nadie nos pide que vivamos la vida en rosa, pero tampoco la desesperación en negro. Como dice el proverbio chino, ningún hombre puede impedir que el pájaro oscuro de la tristeza vuele sobre su cabeza, pero lo que sí puede impedir es que anide en su cabellera. "No hago nada sin alegría", decía Montaigne. Y al comienzo de <span style="font-style: italic;">El Antiedipo</span> hallamos esta gran frase de Foucault: "No creas que porque eres revolucionario debes sentirte triste".<br /><br />En realidad ésta de Vila-Matas es un obra indefinible (aquello, muchachos, de los tres géneros clásicos, si épica, lírica o dramática, aquí creo que no nos va a servir de mucho) y, contradictoriamente, una lectura abierta y sincera. De veras que me reí, pero tal vez, lo que más degusté de la novela fue reconocerme en algunos guiños, en muchos tópicos de juventud de literato metaformado y posturón, en el pequeño y torpe escritor. Pero sobre todo la historia narrada de los encuentros y desencuentros de escritores, cineastas, actores, historias y personajes ridículos que mi cabeza tiene almacenada, ahora tomando vida, carne y hueso en la narración, circulando en algo más que un anecdotario, sino más bien paseando en un relato pseedoautobiográfico (qué palabrón acabo de sacarme de la manga) de alguien que pugna consigo mismo por escribir algunas líneas que lo dejen irse a la cama, en una noche de París, en una buhardilla que alquiló a Marguarite Duras y casi nunca pagó, con la sensación de haber trabajado duro, muy duro.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiherfsRuA7fu8TZt13S7aIpPfMT8Al6dW-UWuuFHVdVx0nRNobMQcDEKTohonkTxHvp9oVXUffO1dLz1folR6-epj0d-O1uHvzaaLQVpqtR1g78WgtXMZettmfN49JHWkhs-2CETI0EkPp/s400/VILA+MATAS.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 306px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiherfsRuA7fu8TZt13S7aIpPfMT8Al6dW-UWuuFHVdVx0nRNobMQcDEKTohonkTxHvp9oVXUffO1dLz1folR6-epj0d-O1uHvzaaLQVpqtR1g78WgtXMZettmfN49JHWkhs-2CETI0EkPp/s400/VILA+MATAS.jpg" alt="" border="0" /></a> <br /><br /> Algunas obras del tipo:<br /> - <span style="font-style: italic;">Doctor Pasavento</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> - Bartleby y compañía</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> - La asesina ilustrada</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> - Suicidios ejemplares</span><br /> - ...<br /> - y ésta de <span style="font-style: italic;">París no se acaba nunca.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-91371814891349293632009-01-07T19:29:00.010+01:002009-01-22T19:29:19.331+01:00El viaje del elefante. José Saramago<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVmBhC-SbEkxJ-rfO0y5gy4mAL6QGzCx7qYZ1crgSMAkvijsw2RxgaUAfho3I9iiji1FH13ysqgnpcXw2tJkKpOXraXsaF25dA3JpUgjgW0X-2mntUFkvaSMozv13o1A7jPku0XZcIAoE/s1600-h/El+viaje+del+elefante.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 180px; height: 288px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVmBhC-SbEkxJ-rfO0y5gy4mAL6QGzCx7qYZ1crgSMAkvijsw2RxgaUAfho3I9iiji1FH13ysqgnpcXw2tJkKpOXraXsaF25dA3JpUgjgW0X-2mntUFkvaSMozv13o1A7jPku0XZcIAoE/s320/El+viaje+del+elefante.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294146884354177826" border="0" /></a><br /><br /><img src="file:///C:/DOCUME%7E1/user/CONFIG%7E1/Temp/moz-screenshot.jpg" alt="" /><span style="font-family:verdana;">De Saramago ya se escribió aquí mismo, no ha mucho tiempo, acerca de uno de sus grandes libros, el </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;font-family:verdana;" >Ensayo sobre la ceguera</span><span style="font-family:verdana;">. Ahora viene otro, y para muchos que se dedican al arte del hormigueo biográfico sobre los escritores, (léase genialmente a Vila-Matas), para éstos, este libro puede ser el último del escritor portugués. ¿Cómo? Es el camino de los elefantes que, según se sabe, cuando sienten estos paquidermos de cerca la muerte, se retiran a morir al cementerio milenario de elefantes, siempre al mismo cementerio, al mismo camposanto para animales descomunales como sólo ellos. Una liturgia parece cuando marchan a encontrarse con los huesos de los huesos de los huesos de la manada de elefantes a la que pertenecen. Instinto grupal. Esta canalla de la crítica dice que así es como se está sintiendo Saramago (quien tuvo hace algunos meses un leve infarto que lo dejó a punto de irse para el otro barrio -la dedidactoria del libro es una declaración de amor y salvamento:</span><span style="font-style: italic;font-family:verdana;" > A Pilar, que no dejó que yo muriera</span><span style="font-family:verdana;">.-), octogenario animal de escritura sincrética y emotiva, como un animal descomunal que va notando sobre sí que va a donde siempre le han esperado.</span> <span style="font-family:verdana;"><br />La historia es sencilla: un elefante es regalado por la corte portuguesa a los reyes de Austria, y así, éste inicia su viaje o periplo, primero a través de la meseta castellana y luego por mar hasta Italia, y de ahí a las heladas nieves vienesas. El elefante y su cornaca -o cuidador-, sea dicho, son quienes realizan tal proeza. Pues no parece poca la historia, ni sencilla, si un animal de esos ha de recorrer tantos kilómetros. Bien visto, pocas son las aventuras o sucesos extraordinarios que les acaecen, siendo el que más ese de recorrer durante medio año media Europa del siglo xvi. </span> <span style="font-family:verdana;"><br />Leer a Saramago fue en un tiempo, al menos para mí, un acto de valentía porque me enfrentaba a una forma de contar historias desacostumbrada: parece que nada sucede justo cuando todo está sucediendo: los seres anónimos, los sentimientos más peregrinos y universales, las historias mínimas tras cada ser, la sociedad vertical. Con Saramago uno deja de ser el lector juvenil de anécdotas y aventuras pasajeras, para convertirse en un lector entregado a su responsabilidad como ser social: ningún hombre vivió solo y aislado, y somos precisamente lo que somos porque cohabitamos en sociedades, en grupos, en tribus. Decirlo yo sé que no vale de mucho, así que mejor os enlazo a un reportaje del programa informe semanal sobre el escritor portugués.<br />Que lo disfruten. Que me lo lean.<br /><br /><a href="http://http//www.rtve.es/mediateca/videos/20081122/informe-semanal-viaje-saramago/347093.shtml">José Saramago, en Informe Semanal.</a><br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-442385952882012578.post-48164951348726774722008-12-14T21:25:00.011+01:002008-12-15T12:44:58.259+01:00¿Trovadores?<span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">La literatura -¡esa vieja celestina!- está encerrada entre voluminosos tomos. La literatura sólo la entienden unos pocos, los demás, ni pizca, como si leyéremos con un único ojo, cual cíclopes. La literatura es un juego superficial de palabras superficiales. Nada dice (y nada tengo que decirle a ella). La literatura es un puñado de palabras sin sentido, una asignatura más, unos libros obligatorios que leer, un suspenso, o ¿un aprobado? La literatura, la literatura, la literatura y bla,bla,bla, bla. ¿La literatura? </span><br /><span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">Algunos dicen que existió otra literatura (no la vieja celestina que acumula polvo en las estanterías, sino la areúsa sensual y amadora, que te cobra el precio de la vida), otra forma de leer poesía y ser escuchada. Otros, que aún persiste esa forma o vieja fórmula de ir cantando poesías, canciones, creaciones, literatura alrededor de la lumbre, al abrigo de la amistad, o cercado por los brazos amantes.</span><br /><span class="Apple-style-span">Trovar</span><span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">, así se llama. </span><span class="Apple-style-span">Trovadores</span><span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">, así se llamaron.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic"><br /></span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">LOCURAS</span><br /><img style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 126px; CURSOR: hand; HEIGHT: 209px" alt="" src="http://www.silviorodriguez.org/images/galeria/en%20el%20principio.gif" border="0" /> <span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)"><br /></span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras para la esperanza.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras también del dolor,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">y hay locuras de allá,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">donde el cuerdo no alcanza:</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">locuras de otro color.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras que son poesías,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">hay locuras de un raro lugar,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">hay locuras sin nombre,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">sin fecha, sin cura,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">que no vale la pena curar.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)"><br /></span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras que son como brazos de mar:</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">te sorprenden y te arrastran,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">te pierden y ya.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras de ley</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">pero no de buscar.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras que son la locura,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">personales locuras de dos.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras que imprimen dulces quemaduras,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">locuras de diosa y de dios.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">Hay locuras que hicieron el día,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">hay locuras que están por venir,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">hay locuras tan vivas,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">tan sanas, tan puras,</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)">que una de ellas será mi morir.</span><br /><span class="Apple-style-span" style="COLOR: rgb(204,0,0)"><span class="Apple-tab-span" style="WHITE-SPACE: pre"></span>(Silvio Rodríguez.)<br /></span><br /><br /><br /><span class="Apple-style-span" style="WHITE-SPACE: pre; -webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2pxfont-family:Arial;font-size:13;" ><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=733a64f" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01537271371103070423noreply@blogger.com1